23/1/15

Recuerdos


Cuando tengo un hueco, me pongo al mando de mi teclado y busco algún tema o frase recurrente sobre la que hacer algún comentario que publicar en este blog.
 Otras veces recién levantado y con el recuerdo aun de algún sueño que me apresuro a escribir antes de que se volatilice cual cual vapor huyendo del cazo, pero esta vez la inspiración me llego de la mano de los dedos cálidos y alargados del Sol, que despertaron dentro de mi a ese bibliotecario grandullón y torpe llamado inconsciente.
La situación probablemente provocada (como todas las situaciones) por eso que conocemos como "la sincronicidad" en esta ocasión los recuerdos eran de mi infancia, allá por los cursos centrales de la E.G.B. (educacion general básica).
 Algunos días no muchos, en lugar de ir al colegio solo paseaba durante toda la mañana a veces la tarde sin dirección definida ni prisa por llegar a ninguna parte, no puedo decirte si eso me hacia feliz o no, solo te diré que en mi no había ningún tipo de sufrimiento, era una sensación de paz, que entonces no valoraba, pero hoy en la distancia, sé que fue la mejor experiencia que tuve en toda la E.G.B.
Vague por caminos fuera de la zona de asfalto y cemento, me sentaba bajo el cobijo de algún puente  por el echo de estar ahí sentado sin mas aspiración que la de ser yo... existir, consciente de nada e inconsciente de todo lo que hoy día soy incapaz de sacar de mi cabeza, culpa, miedos y un sinfín de basuras que giran como espoleadas por las aspas de un batidora.
Esto es la primera vez que lo cuento pero no me preocupa ya que a juzgar por la cantidad de comentarios del blog, esto no lo lee ni DIOS.

4 comentarios:

Richard dijo...

Buenos recuerdos mi amigo.
La sensación de libertad que transmitiste al recordar el caminar sin rumbo fijo y el inconsciente normal y logico de un niño, es apabullante.
Me gustó mucho.

Julia C. Cambil dijo...

Los lectores somos perezosos para comentar, pero si te fijas en los +1 verás que muchos hemos pasado por aquí a leerte ;)

Me ha gustado tu entrada, y hay algo que me ha llamado mucho la atención. Cuando yo era una cría, e incluso cuando he estudiado de adulta, saltarme las clases siempre me produjo una terrible sensación de desazón. Hiciese lo que hiciese en ese tiempo, nunca lograba disfrutarlo por completo. No sé si era un exceso de responsabilidad o simple estupidez jajajaja.

Buen domingo!!

IOLANTHUS dijo...

Jajaja no se si lo leerá Dios pero los mortales y seguro que sí. Conozco esa situación que describes aunque las tenía cuando jugaba de pequeña rebozandome en la arena y aquello era mi casa, en el sentido de placidez. Hoy es un aparcamiento asfaltado y frío.
Saludos

MA YO dijo...

Me encanta tu sueño...
La mayoría de mis días de niñez fueron para no soñarlos, así qué cuándo me veo recordando algún momento puntual qué me hace sonreir me siento extraña y desearía creer qué realmente fué así todo el tiempo...
Escribes y describes de lujo... y eres un amor.